Redactando el mundo de la Dirección de Comunicación
Reputación
A la mayoría de las empresas que viven en el entorno de la Economía de la Reputación, les importa más lo que son que lo que hacen. El entorno de la Economía de la Reputación, -donde las personas comprar productos- trabajan o invierten, basándose principalmente en la confianza, admiración y estima que sienten por las empresas e instituciones que los respaldan. No sólo tienen opinión de los productos o servicios, sino de la entidad en sí.
Pocas son las empresas que gestionan adecuadamente su reputación. Es por eso que las empresas que todavía no le dan la importancia que se merece, pasan por una etapa denominada “Travesía de la gestión de la Reputación”. Desconocen incluso el concepto de gestionar la reputación, es decir, son conscientes de que la reputación tiene un impacto tangible en el negocio, pero todavía no saben cómo integrar este intangible en el mismo, y tampoco lo tienen tan profundamente interiorizado en su operativa.
En cambio, sí que hay empresas que tienen un enfoque más avanzado de gestionar la reputación, y éstas tienen actitudes y aptitudes diferentes. Analizan su reputación desde el punto de vista de sus grupos de interés y de sus mercados, y todas han incorporado la reputación como parte de su visión, objetivos e inversiones corporativas a largo plazo.
Hay varios retos a la hora de gestionar la reputación. Las entidades que están en las fases iniciales,- aún no están muy familiarizadas con ese término- consideran que sus tres principales desafíos son:
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Las empresas carecen de un proceso estructurado para implementar la reputación como parte de sus planes de negocio.
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Los departamentos involucrados no están lo suficientemente alineados entre sí para ejecutar sus estrategias de comunicación.
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No consiguen aprovechar el conocimiento ya existente en la organización de forma que ésta sea relevante para cada grupo de interés.
Las empresas que gestionan estratégicamente la reputación, logran comunicar más con sus grupos de interés. Los canales de comunicación que más sirven para mejorar la reputación son; web corporativa, eventos dirigidos a los grupos de interés e informes de RSC.
Diferentes etapas en las que se pasa durante el proceso de gestión de reputación:
